¿Es necesario raparse la cabeza en un implante capilar?

Para poder contestar a si es o no necesario raparse la cabeza en un implante capilar hemos de conocer primero qué es.

El implante capilar o trasplante de pelo es una cirugía ambulatoria, apenas invasiva, consistente en la extracción de pelo sano que se implanta en las zonas despobladas.

La escasez de pelo es una gran preocupación tanto para hombres como para mujeres a partir de 30 años, pero en ocasiones también antes. Es algo que afecta a una gran parte de la población; incluso grandes deportistas y varios personajes famosos como Rafa Nadal, Hilario Pino, Iker Casillas, José Bono o Diego López han recurrido a este tratamiento estético para mejorar su autoestima y olvidarse de la alopecia.

¿Cuál es la técnica más utilizada?

La técnica más utilizada es la FUE, que es el acrónimo anglosajón de Unidad de Extracción Folicular, es decir, una técnica que consiste en la extracción individual de los folículos que posteriormente se implantarán sin modificación alguna en las zonas necesitadas.

Esta práctica requiere de anestesia local y tiene una duración de entre 4 y 5 horas. Tras el implante debes guardar reposo de forma relativa, aplicar frío y tomar algunos antiinflamatorios y antibióticos.

El resultado puedes apreciarlo en torno a los 3 meses del trasplante, pero es al cabo de un año cuando el resultado es definitivo.

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    ¿En qué casos puede utilizarse la técnica FUE sin raparse la cabeza?

    A pesar de que para el cirujano es considerablemente más cómodo rapar todo el pelo del paciente al 1 o incluso al 0,5, hay ocasiones en las que no es necesario. Se puede realizar la técnica FUE sin afeitar cuando la zona del trasplante no es muy grande y si el pelo del paciente permite que el cirujano pueda entrar en los espacios que existen entre los cabellos. En estos pacientes se suele rapar solo el área de la zona donante y posteriormente se tapa con su propio cabello.

    Al no rapar la cabeza podemos aprovechar las ventajas que otorga la indetectabilidad de la cirugía. Además de esto podremos aprovechar el beneficio que aporta, durante el proceso del implante, tener la capacidad de observar con mayor claridad la orientación del cabello de la zona receptora, lo que hará que el resultado pueda ser incluso mejor que con la técnica FUE tradicional. El proceso en quirófano es algo más complejo, pero al terminar el procedimiento el resultado estético es mucho mejor.

    El caso más llamativo de personas que no quieren raparse es el de las mujeres. Para ello se utiliza una variante de la técnica FUE que se denomina FUE Patchy, donde el paciente no se rapa el área donante y se camufla la cirugía manteniendo en su máxima extensión posible el pelo original.

    Para concluir, tan solo expresar que existen tantos pacientes como necesidades acordes a cada situación personal, social o profesional. En el tema de raparse la cabeza en un implante capilar es posible adaptar tanto la técnica como los objetivos y el diseño de la cirugía a cada preferencia.

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